14 de noviembre de 1938
Alemania. Tras los sucesos de la "Noche de los cristales rotos", el gobierno nazi impone a la comunidad judía, víctima de los hechos, el "tributo expiatorio", consistente en un pago de mil millones de marcos de indemnización, la reparación de "los daños materiales ocasionados" y la devolución de las primas recibidas por los judíos de las compañías de seguros.