15 de mayo de 1867
Tras un asedio iniciado el 6 de marzo y gracias a la traición de un oficial de las fuerzas sitiadas, el coronel Miguel López, las tropas republicanas mexicanas que dirige el general Mariano Escobedo penetran en Querétaro, defendida por el Ejército imperial formado por batallones franceses, austriacos y belgas y bajo el mando de los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, y apresan al emperador, Maximiliano I. La toma de la ciudad significa el fin del Segundo Imperio Mexicano.