29 de agosto de 1842
Termina la primera guerra del opio entre Gran Bretaña y China con la firma, a bordo del navío de guerra británico HMS Cornwallis, del tratado de Nankín, impuesto por el almirante Henry Pottinger, por el que el Imperio chino cede Hong Kong a Gran Bretaña, se abre al comercio europeo, rebaja los derechos de aduana y reconoce el derecho de los súbditos británicos a ser juzgados solo por sus cónsules. Dicho tratado significa la apertura de China a Occidente.