23 de septiembre de 1822
Las Cortes Generales y Extraordinarias de la Nación Portuguesa, el primer parlamento luso contemporaneo, aprueban la que es la primera Constitución de Portugal, un texto de 240 artículos de carácter liberal y progresista inspirados en la Constitución española de 1812 y en los textos constitucionales franceses de la época de la Revolución Francesa. Será jurada y promulgada por el rey Juan VI el 1 de octubre.