26 de marzo de 1766
Tras tres días de disturbios, termina en Madrid el llamado motín de Esquilache, teóricamente provocado por las disposiciones de Leopoldo de Gregorio, marqués de Vallesantoro y de Squillace (o Esquilache), primer ministro del rey Carlos III de España, contra el uso de las capas largas y los sombreros redondos, aunque sus motivos más profundos son la escasez de pan y el encarecimiento de los artículos de consumo. La presión popular obliga al rey a destituir y desterrar a Esquilache, retirar de la corte a la guardia valona, anular las disposiciones sobre el vestido, rebajar los precios de los comestibles, suprimir la junta de abastos y conceder un perdón general por los excesos cometidos.