En El Cairo, durante el desfile que anualmente conmemora la victoria de las tropas egipcias sobre las israelíes en el Canal de Suez en 1973, un grupo de soldados integristas musulmanes abre fuego y arroja granadas contra la tribuna de autoridades asesinando al presidente de Egipto y premio Nobel de la Paz, Anwar-el Sadat, y a otras once personas, e hiriendo a veintiocho más, entre ellas el vicepresidente, Hosni Mubarak. El responsable del crimen, el teniente Khalid Ahmed Showky Al-Islambouli, es capturado inmediatamente y declara haber cometido el crimen como represalia por el acuerdo de paz que Sadat había firmado con Israel (Acuerdos de Camp David) en 1978.