Segunda guerra mundial. Los últimos focos de resistencia del Ejército yugoslavo, localizados en Bosnia, capitulan ante las fuerzas del Eje mientras Pedro II y el Gobierno del reino escapan hacia Londres a bordo de aviones británicos y se efectúa en Belgrado la firma oficial de la rendición de Yugoslavia, en la que participan el general Radivoje Jankovic y Aleksander Cincar-Markovic, ministro de Asuntos Exteriores, por parte del país vencido, el general Maximilian von Weichs en representación del III Reich y el coronel Bonfatti en nombre de Italia. El Estado balcánico, del que Croacia ya se había separado el 10 de abril, dejará de existir como tal al ser desmembrado y repartido entre Italia (que obtendrá Dalmacia, Montenegro y el sur de Eslovenia), Hungría (que recibirá Medjumurje y la Voivodina occidental), Bulgaria (que ocupará la mayor parte de la Macedonia yugoslava), Rumania (que se adjudicará la Voivodina del este), Albania (que se expandirá por Kosovo y Macedonia del oeste) y Alemania (a la que le corresponderá el norte de Eslovenia y el control de Serbia mediante un gobierno colaboracionista).