25 de marzo de 1941
Segunda guerra mundial. Cediendo a las presiones del Gobierno alemán, el príncipe regente de Yugoslavia, Pablo Karageorgevich, abandona su política de neutralidad y se alinea con las potencias del Eje al firmar en Viena la adhesión de su país al Pacto Tripartito. Yugoslavia obtiene la teórica garantía de que el III Reich respetará en todo momento su soberanía e integridad nacional y su voluntad de no entrar en la guerra y no permitir el paso de tropas alemanas por su territorio.