Durante la conferencia que se celebra en Génova para proceder a la reconstrucción económica de Europa tras la Primera Guerra Mundial, los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y de la Unión Soviética, Walther Rathenau y Gueorgui Vasílievich Chicherin, firman en la ciudad italiana de Rapallo un tratado por el que ambos países renuncian recíprocamente a sus deudas de guerra, restablecen las relaciones diplomáticas y se prometen la neutralidad en caso de conflicto con una tercera potencia y el régimen aduanero de la nación más favorecida; además, un acuerdo secreto contenido en el mismo permite la entrada en la Unión Soviética a los oficiales alemanes para que puedan iniciarse allí en el uso de las armas que el tratado de Versalles (28 de junio de 1919) había prohibido a Alemania. Este pacto político y económico permite el regreso de la URSS a la escena internacional después de los hechos de la revolución de octubre de 1917.