11 de junio de 1903
Tras dos años de planificación y contando con el beneplácito de los principales políticos del país y de la opinión pública, un grupo de oficiales supuestamente pertenecientes al grupo Unificación o Muerte y dirigido por un capitán del Estado Mayor, Dragutin Dmitrijevic, ocupa el palacio real de Belgrado para dar un golpe de Estado. Los asaltantes capturan a los reyes de Serbia, Alejandro I Obrenovic, de 26 años, y Draga Masin, de 38, que son asesinados y arrojados por un balcón, y proclaman como nuevo soberano al príncipe Pedro Karadjordjevic.