9 de marzo de 1821
Las Cortes Generales, Extraordinarias y Constituyentes de la Nación Portuguesa, convocadas después de que en Oporto triunfara una revolución de carácter liberal (24 de agosto de 1820) que ha repercutido en el resto del país, aprueban las bases -derechos de los ciudadanos y organización del Estado- de la que será la primera Constitución de Portugal.