27 de octubre de 1807
Francia y España firman el tratado de Fontainebleau, que establece la partición de Portugal: el Alentejo y el Algarve, al sur, se adjudican a Manuel Godoy, primer ministro español, que constituiría un principado; el norte, bajo el nombre de reino de Lusitania, sería para la reina de Etruria, María Luisa de Borbón, y el centro del país quedaría sin destinatario, momentáneamente, a la espera de futuras decisiones.