Revolución francesa. Tras conocerse el manifiesto del duque Carlos II Guillermo Fernando de Brunswick, que dirige las tropas austriacas y prusianas que están invadiendo Francia para restaurar el régimen absolutista, en el que amenaza con "arrasar el país a sangre y fuego" si la familia real es maltratada, se desencadena en París una insurrección popular contra la Corona ante el convencimiento de la connivencia de ésta con los ejércitos enemigos. Las masas ocupan el ayuntamiento, que es reemplazado por un nuevo consejo ejecutivo provisional, la denominada Comuna de París, y luego asaltan el palacio de las Tullerías, residencia real defendida por un regimiento de la guardia suiza que no puede contener el ataque, provocando que Luis XVI y su familia se refugien en la sala de reuniones de la Asamblea Legislativa, adyacente al palacio, y se pongan bajo su protección. Ante el cariz de los acontecimientos, la Asamblea vota en esa misma sesión la suspensión de las funciones constitucionales del monarca.