En España, el Congreso de los Diputados aprueba definitivamente la ley de divorcio, acorde con las legislaciones de la mayoría de países europeos, mediante votación secreta impuesta por el PSOE y otros grupos minoritarios, lo que permite la indisciplina de voto en UCD (Unión de Centro Democrático) y que alrededor de 30 diputados de dicho partido, la mayoría del sector socialdemócrata que lidera Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Justicia e impulsor del proyecto, se pronuncien a favor de la ley.