21 de septiembre de 1964
Malta declara su independencia de Gran Bretaña dentro de la Commonwealth, lo que implica que mantiene como soberana a Isabel II del Reino Unido -siendo un gobernador general quien ejerza la autoridad ejecutiva en su nombre- y que el control total de puertos, aeropuertos, correos y emisoras de radio y televisión esté en manos de la administración británica, cuya presencia en la isla se prolongará hasta 1979.