27 de febrero de 1933
Es incendiado en Berlín el Reichstag, sede del Parlamento alemán; la policía detiene en el interior del edificio a un súbdito holandés, Marinus van der Lubbe, antiguo albañil y simpatizante comunista, al que se le atribuye la autoría del suceso. El hecho será utilizado por el Partido Nazi, en el poder desde enero, para dictar las leyes de excepción que abolirán toda forma de libertad en Alemania.