15 de febrero de 1898
El crucero norteamericano Maine, al mando del capitán Charles Dwight Sigsbee y anclado en el puerto de La Habana, Cuba, explota y se hunde en extrañas circunstancias, provocando la muerte de 266 marineros. Desde EE.UU. se acusará de sabotaje a las autoridades españolas de la isla, lo que acabará acarreando la declaración de guerra entre ambos países.