Se firma el primer tratado de París, que consagra la victoria de las potencias que forman la Sexta Coalición (Austria, Prusia, Rusia y Gran Bretaña) sobre la Francia napoleónica. De acuerdo con el mismo, ésta abandona la mayoría de las conquistas realizadas durante la revolución y el imperio y regresa a sus fronteras de 1 de enero de 1792 (aunque conserva Mulhouse, Montbéliard, una tercera parte de Saboya y el condado Venaissin), se compromete a aceptar las decisiones del Congreso de Viena acerca de la reorganización de Europa, restituye a España la parte oriental de Santo Domingo, pierde las plazas fuertes de Philippeville, Marienburg, Sarrelouis y Landau, y cede a Gran Bretaña el control de Tobago y Santa Lucía en las Antillas y de las islas de Francia (posteriormente isla Mauricio) y Seychelles en el océano índico.