1 de septiembre de 1985
En el transcurso de una misión secreta financiada por la Marina Estadounidense para localizar el submarino nuclear USS Scorpion, hundido en el Atlántico Norte, los oceanógrafos Robert Ballard y Jean-Louis Michel descubren a 3.800 metros de profundidad, mediante el sumergible no tripulado Argos, los restos del transatlántico Titanic, que había naufragado en abril de 1912.